Mutasim Al Hathlin, hijo del anciano, detalló al diario israelí Haaretz que acudió cuatro días después del incidente a una comisaría en la colonia de Kiryat Arba, construida en la ocupada Cisjordania, para denunciar al conductor del camión.
Sin embargo, la demanda fue rechazada, apuntó el palestino, quien resaltó que el chofer trabaja para ese cuerpo armado.
Según el periódico, los palestinos que presenciaron el incidente tampoco fueron interrogados ni llamados a testificar.
Al Hathaleen murió ayer como consecuencia de las heridas tras ser atropellado cerca de su casa en la aldea de Masafer Yatta, cuando intentaba impedir el paso de un camión de la policía.
Omar Abdel Majid Asad, de 80 años, falleció la pasada semana por un ataque del corazón como resultado de su arresto y posterior golpiza propinada por militares de Tel Aviv.
A finales del pasado año, el ministro israelí de Seguridad Pública Omer Barlev criticó la violencia de los colonos judíos, lo cual desató una crisis en la alianza gubernamental, que agrupa a partidos de izquierda y ultraderechistas.
Hace dos semanas, el viceministro israelí de Economía Yair Golan, quien fue subjefe del Estado Mayor del Ejército, arremetió contra los habitantes del asentamiento de Homesh, que incluso Tel Aviv considera ilegal.
Estas no son personas, estos son subhumanos, son despreciables, afirmó el político al recordar sus constantes agresiones contra las aldeas palestinas vecinas.
Aunque Golan se retractó luego de sus calificativos, insistió en sus críticas durante un diálogo con el Canal 12.
“Lamento el comentario, que puede haber incluido una frase problemática. Fue dicha con enojo y eso puede suceder (…) Podría haber usado una expresión mejor, como matones despreciables”, afirmó. En octubre del pasado año, el Comité Internacional de la Cruz Roja denunció “el aumento del hostigamiento y la violencia por parte de los residentes de ciertos asentamientos y puestos de avanzada contra los agricultores y sus propiedades” palestinas.
Según diversos cálculos, más de 600 mil israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén oriental, zonas ocupadas desde la guerra de 1967.
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