De acuerdo con las actas de la reunión de política del BCE, la inflación en la Eurozona podría situarse cerca del dos por ciento en 2023 y superar ese nivel fácilmente en 2024.
Sin embargo, el documento advierte que esa proyección al alza podría resultar fácilmente por encima del dos por ciento.
Ante esas estimaciones algunos miembros del consejo subrayan la importancia de preservar la flexibilidad para mantener las expectativas de los precios al consumidor y preservar también la credibilidad.
El Consejo de Gobierno, insiste el informe, debería comunicar claramente que estaba preparado para actuar si las presiones sobre los precios son más persistentes y la inflación supera el objetivo durante más tiempo del previsto.
En tanto, otros miembros muestran preocupación por una retirada prematura de los estímulos monetarios y las compras de activos.
Las compras de bonos por el BCE continuarán al menos durante los nueve primeros meses del año, pero las adquisisciones se reducirán trimestralmente, asegura el banco emisor.
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