El recuento de contagios de esa etapa, 981 mil 488 en total, refleja un aumento del 69 por ciento con respecto a los 580 mil 247 contagios del periodo precedente.
El nuevo conteo es una subestimación del número real de infecciones en niños, aclaró la AAP, porque muchos son examinados en casa con pruebas rápidas que nunca se informan a los funcionarios de salud o no se examinan en absoluto debido a la escasez de tests.
El salto exponencial de casos se debe a la propagación general de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 y no sugiere que el coronavirus haya cambiado de alguna manera para hacer a los niños más susceptibles, explicó el médico jefe del Hospital Infantil de Nueva Orleans, Mark Kline.
La nueva variante se disipa a una velocidad no vista antes. Hasta el martes, representaba el 99,5 por ciento de todos los casos de Covid-19 en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La cifra de un millón es realmente preocupante, pero no creo tenga una propensión única a los niños. Los niños se ven afectados como todo el mundo, explicó Kline.
Los casos pediátricos de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 representaron del 20 al 25 por ciento de todos los casos en el país desde noviembre.
La semana pasada los niños representaron el 21,4 por ciento de los contagios notificados semanalmente, según la AAP.
Menos de un tercio de los menores de edad de cinco a 11 años recibieron al menos una dosis de la vacuna anti-Covid-19, pero aún no hay inmunizantes disponibles para la primera infancia.
«Son el único grupo de edad que queda sin vacunar al 100 por ciento. Sabemos que muchas de las nuevas infecciones ocurren en niños muy pequeños», explicó el especialista.
jf/age
