Aunque no adelantó vísperas, como suele decir, dijo que mañana habrá buenas noticias sobre el sector pero pidió calma y esperar hasta ese momento.
No dijo si está relacionada con las conversaciones de esta tarde-noche con la secretaria Granholm o con la disputa que mantiene con la transnacional española Iberdrola.
Solamente indicó que alrededor de las seis de la tarde recibirá a la visitante del vecino país con quien abordará diversos temas e informará de su política energética.
Recordó que la secretaría de Energía, y los departamentos de Estado y del Tesoro autorizaron que México comprara la refinería Deer Park de la Shell, en Texas, lo cual permitirá realizar con éxito la transformación del sector energético nacional y las reformas en marcha.
La visita de la funcionaria estadounidense coincide con una pugna entre el gobierno de México y la empresa española Iberdrola que salpica las relaciones gubernamentales al extremo de que Madrid aun no ha dado el beneplácito al nuevo embajador mexicano.
Ahora se agudiza porque está por vencer un permiso de operación a favor de Iberdrola en Nuevo León, el cual no se le renovará y hay presuntas amenazas de los afectados que apuntan a sabotear la producción de electricidad.
López Obrador descartó que Iberdrola tenga capacidad para provocar un “apagón” en sus redes pues la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está en capacidad técnica y operatividad para suplir cualquier bache en el suministro que se pueda producir.
El mandatario ya había advertido ayer en la propia conferencia matutina en el Palacio Nacional de una campaña mediática por la cual se advierte de un gran apagón en esa entidad, y repitió que no habrá porque la Comisión Federal de Electricidad le va a vender la misma energía de Iberdrola a los clientes.
Ayer el presidente se reunió con su secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, para preparar los argumentos que presentará hoy, a su invitada Granholm.
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