Las nuevas colonias desconectarán aún más Cisjordania de Jerusalén Oriental y representarán un obstáculo adicional para la solución de los dos Estados, señalaron en una declaración voceros de las cancillerías de los tres países europeos.
Mediante el texto, las tres potencias instaron a las autoridades de Israel a revertir la decisión, que se suma a las adoptadas en las últimas décadas para alterar la demografía en la Ribera Occidental y perpetuar así la ocupación.
La intención es sumar dos mil 92 asentamientos en las inmediaciones del Monte Scopus y otros mil 465 entre los sectores de Givat Hamatos y Har Homa.
Esta acción amenaza directamente la viabilidad de un futuro Estado palestino, con colonias que constituyen claras violaciones del Derecho Internacional y obstruyen el camino hacia una paz justa y duradera entre israelíes y palestinos, subrayaron París, Roma y Berlín.
Palestina sigue sin ser miembro pleno de las Naciones Unidas, organización en la que tiene condición de Estado observador, ante la negativa de Estados Unidos con su poder de veto en el Consejo de Seguridad a aceptarla.
La declaración publicada aquí también recoge una profunda preocupación por las expulsiones y demoliciones de viviendas ejecutadas de manera sistemática por el ocupante en Jerusalén Oriental y el Área C de Cisjordania.
Esta semana, Israel expulsó en pleno invierno a una familia en el barrio Sheikh Jarrah de Jerusalén Oriental, con un gran despliegue policial que terminó con el arresto de casi una veintena de personas por resistirse a la destrucción de la casa, entre ellas varios pacifistas judíos.
Poco después del incidente, una excavadora arrasó la vivienda.
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