Las autoridades de Tel Aviv deben iniciar una pesquisa tras el fallecimiento esta semana del jeque Suleiman Al Hathlin, quien fue golpeado por un camión manejado por un colono a principios de este año, reclamó la institución en un comunicado.
Aunque el crimen fue cometido hace más de 15 días, Israel no llamó a los numerosos testigos presenciales, ni revisó los vídeos ni las fotografías sobre el incidente, denunció.
El Ministerio de Relaciones Exteriores condenó el doble rasero del vecino Estado al señalar que si el perpetrador del crimen hubiera sido un palestino y la víctima un judío los militares abrirían fuego contra el primero sin investigar.
Esas diferencias confirman el régimen de Apartheid implantado por los ocupantes en las tierras palestinas, y la cultura de odio y el racismo que domina su aparato militar y político, subrayó.
Citado por el periódico israelí Haaretz, Mutasim Al Hathlin, hijo del anciano, afirmó ayer que la policía israelí evitó investigar al colono que atropelló a su padre.
Detalló al diario que acudió cuatro días después del incidente a una comisaría en la colonia de Kiryat Arba, construida en la ocupada Cisjordania, para denunciar al conductor del camión.
Sin embargo, la demanda fue rechazada, apuntó Mutasim, quien resaltó que el chofer trabaja para ese cuerpo armado.
Según la publicación, los palestinos que presenciaron el incidente tampoco fueron interrogados ni llamados a testificar.
Omar Abdel Majid Asad, de 80 años, falleció la pasada semana por un ataque del corazón como resultado de su arresto y posterior golpiza propinada por militares de Tel Aviv.
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