“No podemos rehuir responsabilidades, se trata de asumir, y en el caso de la empresa causante del desastre ecológico esperamos que tiene que ser así”, expresó en un discurso en la playa de Ventanilla, que mostraba sus aguas ennegrecidas por el crudo, al firmar un decreto que declara de interés nacional la emergencia climática.
En un discurso en una de las áreas más afectadas por el derrame del fin de semana último, Castillo señaló que lo sucedido “ha significado el desastre ecológico más preocupante de la costa peruana en los últimos tiempos”.
“Condenamos el desastre ambiental provocado por la refinería La Pampilla, a cargo de Repsol”, escribió después en Twitter y agregó que “el daño ecológico en nuestro litoral es inadmisible”.
Manifestó que el Gobierno ha dispuesto las acciones penales, civiles y administrativas para cautelar la soberanía y el bienestar del país, “uno de los ecocidios más grandes que se han suscitado en nuestras costas y mar”.
“El Gobierno asume el rol de sancionar a los responsables del daño que afecta trágicamente a la flora, fauna y a las comunidades puestas en peligro y privadas de su sustento cotidiano”, .
Pidió el respaldo de todos los representantes políticos y la población en el tema y aseguró que “tomaremos las acciones urgentes y graves a la altura de nuestra historia y de estos hechos; no dejaremos que pisoteen impunemente nuestros ecosistemas y la honra de nuestro pueblo”.
Coincidió con la primera ministra, Mirtha Vásquez, en señalar que un Comité de Crisis de alto nivel tiene a su cargo la gestión para superar el desastre ecológico.
Vásquez, por su parte, informó en el acto los primeros acuerdos con Repsol en torno “a la responsabilidad que le toca asumir” y la empresa “se ha comprometido a entregar el cronograma de limpieza y descontaminación” de las zonas afectadas.
Además, dijo que la transnacional española se comprometió a contratar personal para la limpieza del crudo, entre la población afectada, como los pescadores cuyas actividades están suspendidas indefinidamente, y a entregar canastas con productos de subsistencia para las familias damnificadas.
El anuncio de suministro de subsistencias fue recibido por la población del lugar con expresiones de descontento y reclamos de compensación más adecuada por el daño ambiental y social causado.
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