En el primer Boletín Económico trimestral de 2022, el Banco de Italia afirmó que el aumento del PIB continuó en el tercer trimestre de 2021, impulsado por la expansión del consumo familiar, para entrar en una etapa de ralentización en el siguiente con un incremento de apenas 0,5 por ciento.
Tras mencionar la afectación sufrida por el valor agregado, tanto en la industria como en el sector terciario, el informe señaló que el repunte de la pandemia de Covid-19 y el consecuente empeoramiento del clima de confianza penalizaron el gasto en los servicios.
Según las intenciones expresadas en las encuestas realizadas entre noviembre y diciembre, precisó, las empresas prevén una desaceleración de las inversiones este año.
Por otra parte, el banco central destacó la tendencia positiva mantenida por las exportaciones, a pesar del deterioro de la balanza energética, y la recuperación progresiva del empleo hasta llegar a un punto cercano a los valores previos a la pandemia.
En cuanto a la inflación, recordó que ascendió a 4,2 por ciento en diciembre último, debido a las altas cotizaciones de la energía, aunque, aseveró que el aumento de los costos de producción influyó en una medida modesta sobre los precios al detalle, hasta ahora.
Asimismo, aclaró que sus consideraciones parten de un escenario base en el cual la propagación de la pandemia debe disminuir en la primavera, en un contexto en el cual las perspectivas de crecimiento estarán amenazadas por múltiples factores a corto y mediano plazos.
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