El diario The Times of Israel precisó que Mandelblit ordenó al jefe del cuerpo Kobi Shabtai entregar los documentos solicitados para avanzar en la pesquisa, que será dirigida por el fiscal general adjunto, Amit Marari.
Hace tres días, el periódico económico Calcalist reveló que la policía empleó durante años a Pegasus para espiar a manifestantes, políticos y empleados públicos, incluidas personas que no eran sospechosas de ningún delito, sin la supervisión de un tribunal o un juez.
El explosivo informe provocó la protesta de numerosos legisladores, activistas y expertos.
Aunque el ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, negó las acusaciones de la publicación, dio la bienvenida a la investigación.
El controlador Matanyahu Englman anunció hace dos días otra pesquisa paralela sobre el mismo tema.
Calcalist reveló que la orden de utilizar el programa, creado por la firma NSO Group, fue dada por oficiales de policía de alto rango y fue ejecutada por el Equipo de Operaciones Especiales de la división cibernética de ese cuerpo.
Según la fuente, los agentes espiaron en 2020 las conversaciones de los manifestantes contra el entonces primer ministro, Benjamin Netanyahu, de un alcalde y de un allegado a un político. En los dos últimos casos se buscaban evidencias de corrupción.
También se intervinieron las comunicaciones de empleados de una firma estatal que estaban bajo investigación por presunto fraude.
En algunos casos se optó por el hackeo de teléfonos como una solución fácil, que ahorra tiempo a la policía, pero el precio es una grave invasión de la privacidad de los ciudadanos, algunos de los cuales no cometieron ningún delito, advirtió la publicación.
Como ejemplo citó el caso de las escuchas en los móviles de los críticos a la marcha del Desfile del Orgullo en Jerusalén en el verano de 2015 bajo el argumento de que podrían iniciar acciones violentas.
Un grupo de periodistas de 17 medios de prensa internacionales, entre ellos Haaretz, Die Zeit, The Guardian, The Washington Post, reveló el 18 de julio de 2021 que unos 50 mil números telefónicos en el mundo fueron blanco de posible espionaje a través de ese software.
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