En las conversaciones participarán representantes de la comunidad internacional y afganos de la sociedad civil, según comunicó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para ayudar a la población, todos debemos dialogar con el ejecutivo de Kabul, dijo la titular de esa cartera aquí, Anniken Huitfeldt.
La convocatoria «no significa que Oslo reconozca la autoridad de los talibanes, pero debemos hablar con los que dirigen en la práctica el país. No podemos permitir que la situación política conduzca a una mayor catástrofe humanitaria, afirmó Huitfeldt
Días atrás una delegación de la embajada noruega en Afganistán visitó Kabul para abordar la inestabilidad en esa nación, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
El país asiático sufre un caos social desde la caída del presidente Ashraf Ghani el pasado 15 de agosto tras la retirada de las tropas estadounidenses.
Ese día el movimiento talibán tomó el poder luego de dos décadas de conflicto armado con un Gobierno que estaba apoyado por Washington y la OTAN.
A principios de septiembre se creó un ejecutivo interino en el que la mitad de sus miembros figuran en la lista de sancionados del Consejo de Seguridad de la ONU, según analistas.
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