El exjefe de Gobierno dio a conocer su decisión a través de una nota leída en una reunión de agrupaciones de centroderecha, a la cual asistieron el líder de la Liga, Mateo Salvini, la presidenta de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el vicepresidente de Fuerza Italia (FI), Antonio Tajani, entre otros.
Estoy muy agradecido, desde lo profundo del corazón, a muchos miles de italianos que en estos días me manifestaron afecto, apoyo y aliento desde que mi nombre fue indicado para la Presidencia de la República, señaló Berlusconi en el mensaje.
Al expresar que comprobó en la práctica la existencia de respaldo suficiente para ser elegido, el polémico dirigente político indicó que, “poniendo siempre el interés colectivo por encima de cualquier consideración personal”, reflexionó mucho con sus familiares y dirigentes de su partido, FI, sobre la propuesta recibida.
En ese sentido, precisó que Italia necesita hoy de unidad, afirmó que trabajará con la centroderecha para acordar un nombre capaz de recoger un vasto consenso en el Parlamento y abogó a favor de que el Gobierno encabezado por el primer ministro Mario Draghi continúe hasta el final de la legislatura en 2023.
La decisión de Berlusconi fue saludada por el líder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, quien reiteró que la candidatura del octogenario dirigente político era inadmisible.
Con su retiro, puntualizó el ex primer ministro en un mensaje escrito en Twitter, damos un paso adelante y comenzamos una tratativa seria entre las fuerzas políticas para presentar al país una figura de alto perfil, con autoridad y ampliamente compartida.
En el proceso para escoger al sustituto de Sergio Mattarella, quien concluirá su septenio el 3 de febrero, participarán los miembros de ambas cámaras del parlamento y tres representantes por cada consejo regional, excepto Valle d’Aosta que presentará solo uno, para un total de mil nueve electores.
Según el artículo 83 de la Constitución, la elección del Presidente se realiza mediante escrutinio secreto y mayoría de dos tercios de la Asamblea hasta la tercera ronda, a partir de la cual será suficiente la mayoría absoluta representada por la mitad más uno de los votos.
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