La información la proporcionó esa dirección para evitar especulaciones acerca del chequeo normal de rutina al que el mandatario se sometió el viernes en un hospital donde le practicaron un cateterismo, algo usual en una persona que sufrió un infarto hace años.
Una información profesional señala que le realizaron un cateterismo, como parte de la atención de rutina al tratarse de un paciente con antecedentes de hipertensión y cardíacos; tras el procedimiento, se concluyó que el corazón y las arterias del mandatario están sanos y con función adecuada.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, también confirmó los resultados del chequeo médico y explicó que no fue necesario realizar ningún otro tipo de intervención, más allá de ese procedimiento breve que duró alrededor de 30 minutos.
Agregó que el mandatario de 68 años y quien acaba de recuperarse de Covid-19 por segunda vez, en esta ocasión a causa de la variante Ómicron, se encuentra en perfecto estado de salud y este sábado reanudó sus actividades personales y familiares con normalidad.
En diciembre de 2013, López Obrador sufrió un infarto al miocardio, por lo que requirió hospitalización, mientras en octubre de 2018 y en agosto de 2020 le efectuaron estudios de rutina en el Instituto Nacional de Cardiología.
rgh/lma
