De acuerdo con la publicación, dichas empresas se enfrenten a turbulencias continuas durante los próximos meses o incluso años, debido a las restricciones de viaje estatales e internacionales que cambian sus planes y los pronósticos de recuperación.
El golpe más reciente fue el aplazamiento de la reapertura de las fronteras de Australia Occidental, que estaba prevista para el 5 de febrero, y cuyo primer ministro, Mark McGowan, anunció el viernes que quedaba suspendida por tiempo indefinido debido al avance de la Covid-19.
A ello se suma que la Unión Europea eliminó a Australia de su «lista blanca» de países que pueden viajar sin requerimientos a territorio de las 27 naciones que integran el bloque.
Se espera que las aerolíneas australianas y globales se vean limitadas durante los próximos dos o tres años en medio de pérdidas significativas y grandes cargas de deuda, según expertos consultados por la publicación.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) informó en un reporte divulgado el pasado 12 de enero, que Australia registró en noviembre el peor dato en cuanto a la recuperación de los vuelos domésticos por quinto mes consecutivo.
El país experimentó una caída del 71,6 por ciento respecto al onceno mes de 2019, si bien el desempeño mejoró con relación a octubre (-78,5 por ciento), gracias a la reapertura de algunas fronteras interiores.
El director general de IATA, Willie Walsh, auguró entonces que el primer trimestre de 2022 sería más difícil de lo esperado para la industria en todo el mundo, debido a las restricciones impuestas por varios gobiernos por el temor a la propagación de la variante ómicron del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
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