Según los datos de esa entidad, el país alcanzó en total cerca de 199 millones de toneladas del primer carburante y de esa cantidad, 16,47 millones de toneladas se produjeron en diciembre pasado.
Además, importó cerca de 513 millones de toneladas de crudo, un 5,4 por ciento menos respecto a 2020.
China también tuvo una mayor producción de carbón el año anterior y obtuvo cuatro mil 70 millones de toneladas.
Las importaciones de ese recurso igualmente subieron 6,6 puntos y representaron la compra de 380 millones de toneladas.
El año pasado varias provincias de China aplicaron medidas de ahorro energético tras registrar apagones masivos, que conllevaron a las autoridades a diseñar un plan para mantener el servicio estable.
La empresa estatal eléctrica analizó en septiembre la situación en una reunión de emergencia y precisó que respondía a la alta demanda del servicio, la poca disponibilidad de carbón y un incremento de los desastres naturales.
Esa entidad prometió garantizar el suministro para mantener el desarrollo, seguridad y cubrir las necesidades básicas de la población, ante temores de la ciudadanía porque los apagones pudieran extenderse hasta el invierno.
No obstante, alertó que pondría bajo la lupa a industrias muy consumidoras y causantes de contaminación medioambiental.
De igual manera, la Administración Nacional de Energía orientó a todas las corporaciones del sector dar total acceso al almacenamiento de fuentes limpias.
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