La revista digital La Ventana de la entidad cultural Casa de las Américas compartió un artículo del periodista y portador cultural que escudriña la representación artística de la congregación religioso-mutualista masculina.
Única de su tipo y traída hacia Cuba por grupos étnicos que habitaban la región africana de Cross River, este grupo debió enfrentar, segregación y desvalorización, incluso desde la propia perspectiva de la producción artística.
Según detalló el ensayista, la herencia africana que se quería ocultar y la producción plástica siguieron un camino desvalorizador hacia lo negro, pero más tarde y por suerte, experimentó un despertar transformador.
Este renacer permitió que emergieran trabajos de la mano de reconocidos pintores cubanos como Wilfredo Lam, Mario Carreño, René Portocarrero, Roberto Diago y José Hurtado de Mendoza y René Portocarrero y luego Belkys Ayón y Pedro Álvarez.
Aún así, reveló Torres, prosiguieron muchos prejuicios y estereotipos asociados a la figura abakuá, los cuales alcanzaron el reconocimiento de instituciones y personas, tras la implantación de ideas descolonizadoras, valoraciones identitarias y desacralización de la religión.
El 18 de febrero de 1996 las autoridades oficiales cubanas reconocieron la existencia de la Organización para la Unidad Abakuá y, desde entonces, la capital cubana experimenta una inusitada explosión religiosa, de la cual abakuá no es ajena.
De esta forma, los artistas de la plástica en la contemporaneidad revisitan con mirada cada vez más profunda la historia del “negro”, así como su devenir e indiscutible influencia en la cultura nacional.
Y es que, «a pesar de que profetas y vaticinios le declararon una muerte súbita […] el abakuá, definitivamente, forma parte de la cultura nacional», afirmó el especialista en una jornada que celebra las numerosas culturas del continente africano y de las diásporas africanas en todo el mundo.
Declararado en 2019 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes invita a promover la idiosincrasia de estos pueblos portadores de una valiosa fuente de patrimonio común de la humanidad.
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