También acordó celebrar reuniones sucesivas para debatir el presupuesto estatal de 2022, sin el cual resulta imposible la realización de las elecciones parlamentarias de mayo venidero.
Desde octubre último, el Gabinete estuvo en silencio por la ausencia de los representantes de los partidos movimiento Amal e Hizbulah que demandan la sustitución del juez Tarek Bitar, a cargo de la pesquisa por la explosión en el puerto capitalino en agosto de 2020.
Al respecto, el presidente Michel Aoun expresó que esa medida de fuerza violó la separación de poderes estipulada por la Constitución.
En cualquier caso, la interrupción, dijo, deterioró la situación general del país que atraviesa la peor crisis económica y financiera en décadas.
A su momento, el ministro de Finanzas Youssef Khalil anunció que no habrá otros impuestos en el presupuesto estatal y que no hay acuerdo sobre modificaciones en el tipo de cambio de libras libanesas por dólares.
Atada a Estados Unidos desde 1997, la economía libanesa mantuvo y mantiene una tarifa oficial de mil 500 libras libanesas por billete verde, unas 20 mil menos respecto al mercado informal y a su vez los minoristas tomaron esa referencia para subir los precios de sus mercancías.
Esa diferencia influyó en que más de 80 por ciento de la población cayó debajo del umbral de la pobreza, pues los salarios de nueve de cada 10 ciudadanos continúan en el mismo nivel de la tarifa oficial y no ganan divisas.
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