La producción del Instituto del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) se centra en los modos de vida de los residentes en las comunidades La Ranchería, La Escondida y Felicidad de Yateras, de la oriental provincia de Guantánamo, así como en Bella Pluma en Santiago de Cuba.
Según detalla el diario Granma, el equipo de realización recorrió las montañas de la Sierra Maestra y el macizo Nipe-Sagua-Baracoa, una misión difícil por las condiciones del terreno, pero que salda una deuda de Daranas consigo mismo y sus profesores de Geografía, quienes enfatizaron en la vigencia del legado de la cultura taína en la isla. De igual forma, el audiovisual será testimonio de la entrega de los resultados de exámenes de ADN comparativos, los cuales forman parte de una investigación desarrollada por el Centro Nacional de Genética Médica, apunta el texto.
Concebido como una serie de tres capítulos con una hora de duración cada uno: El cacique de la montaña, Bella Pluma y Catalina la Grande, el filme “sintetiza las experiencias de los descendientes aborígenes en la Cuba rural contemporánea”.
Si bien en el audiovisual cubano existen escasas huellas de nuestros ancestros, esta nueva creación marcará un antes y un después en torno al reflejo documental de los taínos, refiere la publicación.
Daranas posee una prolífica trayectoria en el séptimo arte y entre sus largometrajes más reconocidos figuran ¿La vida en rosa? (2004), Los dioses rotos (2008), Conducta (2014) y Sergio & Serguéi (2018), éstas dos últimas mostradas en festivales internacionales de Europa y Latinoamérica.
gas/lbl
