En declaraciones a la prensa, Lane no obstante señaló que dicho escenario parece menos probable en estos momentos.
La inflación alcanzó el cinco por ciento el mes pasado, la más alta registrada en la zona euro.
Sin embargo, el BCE cree que volverá a situarse por debajo del objetivo del dos por ciento en el cuarto trimestre de este año, aunque algunas autoridades de política económica consideran se trata de un escenario demasiado optimista.
En ese contexto, la primera decisión sería poner fin a las compras de activos y sólo después el BCE se plantearía subir las tasas, añadió.
Lane dijo también que el BCE está cada vez más relajado sobre el impacto económico de la variante del SARS CoV-2 (Ómicron) de la Covid-19.
Al respecto indicó que no resulta un factor de influencia en los niveles de actividad del año, sino más bien en los de unas pocas semanas, e indicó a la preocupación por ómicron menor comparado con diciembre pasado.
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