Un comunicado de la CE especifica que el gravamen se debe a que dichas entidades pactaron no competir entre sí en los mercados ibéricos de telecomunicaciones.
Se trata de una sanción anulada por la justicia europea hasta que Bruselas tuviera en cuenta ciertos argumentos de las compañías en la evaluación.
El caso se remonta a enero de 2013, cuando el Ejecutivo comunitario impuso multas de 66 millones 894 mil euros a Telefónica, y de 12 millones 290 a Portugal Telecom por violar las reglas de competencia de la Unión Europea.
Ello ocurrió tres años antes (2010), en el contexto de la compra de la brasileña Vivo por Telefónica.
La CE informa ahora de su decisión de imponer de nuevo una multa (igual cantidad a Telefónica y 12 millones 146 mil euros a la empresa lusa) tras revisar los cálculos.
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