Como es probable que el coronavirus siga mutando, nos interesaba un análisis de los planos genéticos de los anticuerpos y si actuaban sólo contra esa cepa o tenían un potencial mayor, señaló en el prestigioso medio uno de los participantes, Momsen Reincke.
Los autores, del Centro de Enfermedades Neurodegenerativas y de la Charité, hospital público universitario de Berlín, concluyeron que Beta podía proteger contra múltiples variantes, algo beneficioso para la protección de las dominantes en el mundo, así también las futuras.
En pruebas de laboratorio, hallamos la eficacia de algunos anticuerpos contra las Delta y Ómicron que provoca preocupación en la actualidad, reafirmó otro de los doctores implicados, Jakob Kreye.
La literatura especializada en el tema había descrito la reactividad cruzada, pero demostramos que puede ser un aspecto importante de cara a las futuras vacunas antiCovi-19, agregó.
Los anticuerpos generados contra diferentes cepas virales pueden complementarse entre sí y, por lo tanto, mejorar conjuntamente la potencia de la respuesta inmune contra las variantes emergentes, remarcó Kreye.
“La mayor diversidad posible en la respuesta de los anticuerpos parece tener sentido”, concluyó, por su parte, uno de los responsables del estudio, Harald Prüss.
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