En la primera sesión de esta semana, la víspera, el pleno de diputados acordó la distribución del trabajo legislativo y analistas advierten que intereses políticos o ambiciones electorales podrían incidir en un mayor compromiso con los temas o continuar en la inactividad.
Cada bloque recibe el control de las 38 mesas según el total de sus diputados, pero la especialidad es decisión de la Junta Directiva, liderada por tercer año consecutivo por el partido en el poder Vamos y que nuevamente se hizo de las más codiciadas en compañía de aliados tradicionales.
En el caso del oficialismo, tendrá en su poder Agricultura, Desarrollo Social, Finanzas Públicas y Moneda, junto a Educación; en tanto aliados de turno como Valor, Todos y Creo tendrán la batuta en Derechos Humanos, Defensa Nacional y Gobernación, así como Asuntos Electorales, respectivamente.
De acuerdo con el analista independiente Jorge Aguilar, en este período legislativo el control de Finanzas garantiza la distribución de recursos para el último año de Gobierno de Alejandro Giammattei, coincidentemente con el de elecciones generales.
Allí se discutirá el movimiento de grandes sumas de dinero para el botín electoral que se viene, precisó.
Otra mesa decisiva, aseguró, es la de Gobernación porque el partido a su cargo definirá los temas que entran o no a discusión del pleno.
Este 2022, la comisión de Derechos Humanos lidera el proceso de relevo del titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, por lo que tiene más trascendencia, según la organización Acción Ciudadana (AC), la cual invitó a la ciudadanía a monitorear el proceso que concluirá el 19 de agosto con la entrega del cargo.
Es público el rechazo del Gobierno al actual Procurador Jordán Rodas, quien en varias oportunidades estuvo en la mira y enfrentó la posibilidad de que el Congreso lo destituyera por criterios opuestos a decisiones de Giammattei y su gabinete.
Los parlamentarios deberán elegir al sucesor de Rodas entre tres candidatos propuestos por la Comisión de Derechos Humanos.
Y el hecho de ser un año previo a los comicios generales, también implica una presión sobre la mesa de Asuntos Electorales, no tanto por las reformas que se impulsen o pendientes de aprobar, sino por los cambios que se tratarán de frenar con miras al evento de 2023.
En opinión de AC, no trabajarán en función de hacer reformas al sistema de partidos políticos, sino para retener procesos en tanto hay varias solicitudes de cambios estancados.
Otra de las salas de máximo interés será la de Salud, a cargo de la bancada Viva, en particular por la continuidad de la pandemia de la Covid-19 y el plan de vacunación, actualmente con las cifras más bajas de Centroamérica.
Sin contar con la fiscalización de los recursos aprobados por el propio Hemiciclo para que el Gobierno pudiera enfrentar la crisis sanitaria, uno de los temas más polémicos y en el centro de las críticas por parte de organizaciones civiles.
Una medición del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales concluyó que las comisiones no tuvieron un buen 2021 porque 18 de ellas no presentaron ni un solo dictamen, cuando a estas les corresponde impulsar leyes.
O más bien frenarlas, como lo hicieron en buena medida y solo resta esperar qué harán en este complejo año legislativo.
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