Los debates no contarán con la presencia del canciller federal Olaf Scholz, pero asistirá el ministro de Salud Karl Lauterbach.
La mayoría de los miembros del actual Ejecutivo defiende la aprobación de la medida como forma de frenar el aumento de los contagios con el coronavirus SARS-CoV-2, dadas las bajas tasas de vacunación en este país, en tanto los opositores dudan de su eficacia.
El debate tiene un carácter informativo debido a la ausencia de un proyecto de ley al respecto y los partidos de la coalición de Gobierno (Socialdemócrata, Verdes y Liberal) acordaron que sus parlamentarios puedan votar de manera libre.
La postura de Scholz y Lauterbach es favorable a la inmunización obligatoria a partir de los 18 años, según declaraciones previas.
Sin embargo, en torno al debate existen otros dos enfoques básicos: la llamada vía intermedia, que prevé entrevistas de asesoramiento profesional a los adultos no inmunizados para que lo hagan; y la vacunación obligatoria para mayores de 50 años.
La mayoría de los alemanes piensa que el debate contribuye a la división de la sociedad, según una encuesta realizada por el instituto de estudios de opinión YouGov, mientras el 26 por ciento no ve peligro alguno de una mayor polarización.
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