“El resultado, con relación a la pobreza extrema, no solo se redujo en 2020, sino incluso en 2019; en 2019 la pobreza extrema era de 12,9 por ciento, en 2020 con el régimen de facto subió a 13,7 por ciento y en 2021 se redujo a 11,1 por ciento”, afirmó la ministra de Planificación del Desarrollo, Gabriela Mendoza.
La titular explicó en entrevista al canal Bolivia TV que esos resultados quedaron confirmados en la Encuesta Nacional de Hogares, realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Al señalar que el INE tiene la competencia exclusiva para la producción de este tipo de datos oficiales, Mendoza sostuvo que la institución realiza esa labor con rigurosidad técnica y fiel a parámetros internacionales, ajena a criterios subjetivos o personales.
Reiteró que ese discernimiento técnico fue construido a partir de información obtenida en la encuesta que, en 2021, abarcó una muestra nacional de 12 mil 948 viviendas de las áreas urbana y rural del Estado Plurinacional.
Describió que los asuntos consultados fueron demografía, salud, educación, empleo, ingresos laborales y no laborales, tecnologías de la información, de comunicación y acceso a servicios básicos, todos sobre la base de normas internacionales y rigurosos parámetros técnicos para que los resultados finales sean comparables a escala global.
“Esperábamos estos resultados, porque ya desde que era ministro, el ahora presidente, Luis Arce Catacora, impulsó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, acotó Mendoza.
La jefa de cartera describió que ese patrón no solo se centra en el auge económico, sino en el crecimiento con redistribución de ingresos y una política social muy activa para disminuir la brecha entre ricos y pobres.
Por su parte, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, lamentó que producto de las malas políticas económicas y sociales aplicadas por el gobierno de facto junto a la pandemia de COVID-19, Bolivia sufrió en 2020 un retroceso a lo logrado en 14 años de gestión del Movimiento al Socialismo (MAS).
“Cuando asumimos el Gobierno nuestra primera medida aplicada fue el Bono Contra el Hambre, que benefició a más de cuatro millones de personas con un monto de más de 4 mil millones de bolivianos (más de 570 millones de dólares) redistribuidos entre la población. Esto contribuyó al ingreso de las familias y dinamizó la demanda interna”, explicó.
Ponderó la implementación de un grupo de acciones que posibilitaron a más de 300 mil personas aliviar sus necesidades con el equivalente a 152 millones de dólares desembolsados hasta la fecha.
mem/jpm
