En un comunicado, la formación política, de la que forma parte Kaboré, declaró, asimismo, que el golpe de estado perpetrado contra el mandatario por un grupo de militares amotinados el pasado día 24 puso fin a un período de democracia en este país africano.
Tras dejar sentado que el MPP no respalda la asonada perpetrada por los uniformados, la formación política señaló en el documento que responsabiliza a la junta militar gobernante de lo que le pueda suceder al depuesto Jefe de Estado en relación con su salud mental e integridad física.
Analistas politicos, consideraron, por otra parte, que al parecer, bajo presiones de los militares, el mandario Kaboré, quien se encuentra en paradero desconocido, decidió renunciar a su cargo en una misiva difundida a través de las redes sociales.
El comunicado advierte además que “este modo anticonstitucional de acceso al poder, que el pueblo de Burkina Faso ha combatido con el sacrificio supremo, conlleva muchos riesgos para el país, incluido el aislamiento diplomático, el daño a su imagen y las sanciones de la comunidad internacional”.
Tal pronunciamiento del MPP ocurre luego de que diversos organismos, entre ellos Naciones Unidas y la Unión Africana, que integran 54 países, condenaron el golpe de estado contra Kaboré y pidieron el retorno del orden constitucional en este territorio.
La reciente asonada militar en Burkina Faso sucedió en medio de un amotinamiento de soldados en cuarteles, los cuales demandaron hacer frente con más medios a los grupos radicales que desde 2015 ejercen la violencia en este territorio.
También pidieron que, ante esa compleja situación, se apartaran del poder altos mandos del Ejército y representantes del gobierno.
En Burkina Faso, como otros países vecinos, tropas de estados africanos combaten de forma conjunta junto a las fuerzas gubernamentales burkinabesas a los entes radicales Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.
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