El peor percance ocurrió en la carretera Troncal Norte, cuando un camión cisterna que transportaba gas licuado chocó con una rastra cañera, explotando en el acto y creando una columna de humo visible desde todo San Salvador.
El chofer de la pipa murió calcinado, sin que los rescatistas pudieran salvarlo, aunque los bomberos lograron evacuar a varias familias en las inmediaciones del siniestro antes de que pudieran sofocar el fuego.
Las llamas se extendieron a un predio cercano al lugar del accidente, causando otro incendio en una venta de repuestos usados.
La Cruz Roja de El Salvador atendió a ocho personas por quemaduras de segundo grado e inhalación de humo, y la Fuerza Armada movilizó sus helicópteros con tecnología «bambi bucket» para lanzar agua desde el aire.
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