En fecha en que los cubanos celebramos el 169 cumpleaños del más universal hijo nacido en esta isla, el vínculo del Apóstol con esta tierra vuelve a iluminarse.
Y es que su matrimonio con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán, así lo relata, más tras nacer el primogénito José Francisco, nacido en 1878 justo en una calle del Centro Histórico de esta urbe.
Para el investigador y periodista Eduardo Labrada “raro es que Martí nunca estuviera físicamente en Camagüey, sin embargo, es indudable su unión por sus amores.
En declaraciones a Prensa Latina, el investigador asegura que amén de su hijo,»este es un lugar que admiró, incluso cuando hablaba de Ignacio Agramonte (líder independentista en el siglo XIX), aquel diamante con alma de beso”.
Resultó José Francisco entonces centro de veneración y constante imán con esta ciudad, muestra de ello resultó su libro Ismaelillo, escrito en Venezuela en 1881, y en que manifiesta:“Hijo espantado de todo me refugio en ti”.
Más allá de su matrimonio con Zayas Bazán y el fruto biológico de ese amor, el sentir patriótico por la ciudad se evidencia cuando preparó en 1895 la fase final de la guerra contra España.
Agrega el investigador que Martí significaba la importancia de esta tierra, «así que es imposible olvidar la figura de nuestro Héroe un día como hoy».
En una de las regiones de mayor trascendencia en la formación de la nacionalidad cubana, es también José Martí en la actualidad la figura más sagrada para la cultura del país, faro y guía en la esencia de la construcción de nuestra sociedad.
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