A partir del 10 de febrero los viajeros completamente vacunados que den negativo en la prueba de Covid-19 dos días antes de su vuelo pueden dirigirse directamente a sus hoteles u hogares, pues actualmente tienen que entrar en cuarentena de cinco a siete días a su llegada.
Esta flexibilización abarca inicialmente alrededor de 150 países y territorios sin acuerdos de visa con Filipinas, pero para el 16 de febrero pueden arribar todos los viajeros con todas las vacunas, independientemente de su origen.
No obstante, aquellos parcialmente vacunados y no vacunados todavía tienen prohibido ingresar al país asiático.
La subsecretaria de Salud, María Rosario Vergeire, declaró a periodistas que ya no tiene sentido requerir cuarentena para los viajeros entrantes, porque la tasa de infección en Filipinas «puede incluso ser más alta» que en los países desde donde se restringen los viajes.
Vergeire agregó que los estudios realizados por epidemiólogos mostraron que la mayoría de las infecciones fueron causadas por transmisiones comunitarias en lugar de filipinos que regresan al extranjero y otros viajeros entrantes.
Los controles fronterizos estaban destinados a evitar la entrada de Ómicron, pero la variante ya está aquí. Lo que deberíamos estar haciendo ahora es fortalecer las intervenciones comunitarias, dijo.
Filipinas se vio afectada por su mayor aumento de infecciones por Covid-19 a principios de este mes, con hasta 40 mil casos nuevos hace poco más de 10 días, aunque este viernes el Ministerio de Salud reportó 18 mil.
La mayoría de las infecciones han sido leves o moderadas, lo que permite que los hospitales puedan lidiar con ellas.
Esperamos que la industria del turismo experimente un repunte y tenga un gran impacto en el empleo, los medios de subsistencia y el crecimiento económico, dijo en una conferencia de prensa el portavoz del presidente Rodrigo Duterte, Karlo Nograles.
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