El mandatario presentó en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional al funcionario de salud y a dos ejecutivos de la Comisión Federal de Energía (CFE, quienes rebatieron las acusaciones.
En su introducción, el presidente explicó el uso de la simulación por parte de los adversarios de su Gobierno, como elemento central de la política antidemocrático y demostró cómo respetaban las leyes en la forma para violarlas en el fondo, y quieren seguir aplicando el mismo modelo ya descaracterizado.
Aseguró «que esa hipocresía ya no funciona, ese doble discurso no es aceptado y pidió que cada quien haga una reflexión propia sobre los corruptos cínicos y los hipócritas».
Puso como ejemplo de la simulación al presidente de Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, quien siendo el ejecutivo de un ente independiente, encabezó hace unos días la convención de un partido político, el conservador Acción Nacional, cuando debería ser imparcial.
En el caso de López-Gatell el presidente rechazó la decisión de un juez federal para que la Fiscalía General de la República abra una investigación por omisión y homicidio en el tratamiento de la Covid-19 aplicado, y le dio respaldo total en los terrenos legal, político y moral.
Atribuyó la decisión del juez a la descomposición e inmoralidad de los conservadores. No sólo es una injusticia, es una actuación de mala fe, diría de odio, reiteró.
López-Gatell replicó la acusaciones y explicó que México actúa contra la pandemia apegado a criterios científicos avalados por la Organización Mundial de la Salud, incluida la vacunación, y fue correcto comenzar por adultos mayores, personas con comorbilidades y sectores de riesgo como maestros y personal de la salud.
Por su parte Miguel Santiago Reyes, director general de la CFE Internacional y Mario Morales, director de contratos, pusieron al desnudo las falacias de la empresa Iberdrola y de la poderosa cadena comercial OXXO contra la reforma eléctrica que impulsa el Gobierno en su rescate del sector energético.
Con datos y tablas estadísticas, ambos ejecutivos demostraron las mentiras tejidas en torno a que esas empresas generan energía limpia y la CFE sucia, y fueron meticulosos en las cifras de cómo y cuanta electricidad alternativa genera cada cual, y las multimillonarias ganancias que les ha reportado la privatización del sector.
Demostraron con datos incluso de las propias empresas cómo energías alternativas -como la solar y eólica- representan una ínfima parte de la generación total, y ambas muy por debajo de la hidráulica, la más limpia de todas y la que más produce la CFE.
Las empresas privadas, en particular españolas, estadounidenses y en menor grado mexicanas, tratan de impedir a toda costa la reforma eléctrica mediante la cual el control de la generación y distribución pasaría a la CFE, lo cual no les conviene porque dejan de percibir indemnizaciones, pagar la que consuman extra y cumplir con los impuestos.
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