Esa fue una de los principales ideas de la recién finalizada visita gubernamental a la occidental provincia de Pinar del Río, unido a la necesidad de trabajar desde la ciencia y la innovación como estrategias ajustadas a las realidades de los lugares.
Díaz-Canel y otros altos funcionarios del país han insistido en la necesidad de desplegar un estilo de trabajo en todas las instancias de gobierno caracterizado por “bajar” a las bases y conocer de primera mano las aspiraciones de la población y buscarle soluciones a los problemas.
En días recientes, el mandatario también recorrió comunidades de las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos, en las cuales el diálogo con sus habitantes partía de la invitación a hacerlos regentes y partícipes de los procesos de transformación social.
Al visitar recientemente el Consejo Popular Ceballos, en Ciego de Ávila, Díaz-Canel instó a los vecinos a aportar sus criterios con el propósito de garantizar la calidad y sostenibilidad de las tareas que se realizan en sus lugares de residencia.
«Hay mucho talento en nuestro pueblo, por eso la gente debe opinar, participar, movilizar. Podemos hacer muchas cosas que no necesitan de tantos recursos. Eso emancipa, enaltece y eleva la calidad de vida», apuntó.
En opinión del presidente, la sabiduría ciudadana es el mejor método para diseñar y gestionar los programas de desarrollo local.
Incluso la ministra de Finanzas y Precios de Cuba, Meisi Bolaños, destacó esta semana la necesidad de ejercer una mayor participación popular en la gestión y control de los presupuestos en los municipios, y en los destinos de los recursos monetarios.
En este sentido, explicó que el país estudia la posibilidad de que empresas cuya fuerza laboral y recursos naturales estén en la comunidad, dejen de ser de subordinación nacional y se conviertan en unidades de carácter municipal, cuyas contribuciones se destinarían al desarrollo local.
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