Según la BBC, que cita fuentes de la oficina del gobernante conservador, la conversación telefónica con el líder ruso y el viaje -aún sin fecha definida ambos- forman parte del interés de Londres en buscar una solución diplomática a la crisis.
El Reino Unido y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que encabeza Estados Unidos acusan a Rusia de querer invadir Ucrania, cuyo gobierno solicitó la membresía de la alianza militar liderada por Estados Unidos.
De acuerdo con Washington, el Kremlin envió más de 100 mil soldados a las inmediaciones de la frontera con Ucrania, pero el gobierno ruso niega tener planes de atacar, y sostiene que sus tropas se mueven dentro de su propio territorio con fines puramente defensivos.
En medio de la escalada de las tensiones, Londres anunció días atrás el envío de armamento antitanque ligero para equipar las tropas ucranianas y personal militar para entrenarlas en su manejo, dijo que comenzó a retirar parte de su personal diplomático de Kiev, incluidos familiares de los funcionarios.
La embajada rusa en esta capital llamó, por su parte, al gobierno británico a poner fin a sus declaraciones provocativas sobre la situación alrededor de Ucrania, y en su lugar, contribuir con esfuerzos diplomáticos reales a la seguridad europea. rgh/nm