Según el asistente presidencial ruso, Yuri Ushakov, el programa de la visita está diseñado para un día en el que Putin participará en las negociaciones bilaterales y luego se reunirá con Xi durante un almuerzo de trabajo.
Esta será la primera reunión presencial entre los dos líderes en más de dos años. La cita anterior tuvo lugar al margen de la cumbre BRICS en Brasil en noviembre de 2019, y la visita bilateral en junio de 2019, cuando Xi visitó Moscú y San Petersburgo.
En la noche de este viernes, el mandatario ruso estará presente como invitado en la ceremonia oficial de apertura de las Olimpiadas de Invierno.
Durante las conversaciones, delegaciones de ambos países realizarán una revisión integral de los temas clave de la agenda bilateral, regional y mundial.
Ushakov informó que como resultado de este encuentro se la firma de un sólido paquete de documentos intergubernamentales, interdepartamentales y comerciales que incluye la firma de 15 acuerdos que contribuirán a un mayor desarrollo de los vínculos entre ambos países.
También se refirió a los planes de los jefes de Estado de adoptar una declaración conjunta sobre las relaciones internacionales en una nueva era y el desarrollo sostenible en el mundo.
Explicó que ese documento “reflejará las opiniones comunes de Rusia y China sobre los problemas globales más importantes, incluidas las cuestiones de seguridad”.
El presidente ruso subrayó la víspera que las relaciones entre su país y China alcanzaron un nivel sin precedentes y son un modelo de eficiencia, responsabilidad y aspiración hacia el futuro.
En un artículo exclusivo para la agencia de noticias Xinhua antes de su visita a China, el mandatario destacó que ambos países son vecinos cercanos, unidos por centenarias tradiciones de amistad y confianza, y sus relaciones de asociación integral y cooperación estratégica, entraron en una nueva era.
Recordó que los principios básicos y las prioridades de trabajo conjunto fueron definidos en el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación, que en 2021 cumplió su vigésimo aniversario, y apuntó que en base a esas directrices Moscú y Beijing profundizan el diálogo político cada año.
“A pesar de las dificultades provocadas por el coronavirus, nos esforzamos por aumentar de manera dinámica el potencial de la asociación económica y ampliar los intercambios humanitarios”, escribió Putin en el artículo, publicado también por el sitio oficial del Kremlin en internet.
El jefe de Estado llamó la atención sobre la “alianza energética mutuamente beneficiosa” que evoluciona entre las dos naciones, con varios proyectos conjuntos de gran envergadura, además de los suministros a largo plazo de hidrocarburos rusos a China.
Entre ellos mencionó la construcción de cuatro nuevas unidades de generación de energía en centrales nucleares chinas, obra iniciada en 2021 con la participación de Rosatom.
“Todo ello refuerza enormemente la seguridad energética de China y de la región asiática en su conjunto”, subrayó.
Putin agregó que también existe un amplio campo de oportunidades en el desarrollo de cooperaciones en el sector de la información y la comunicación, en la medicina, en la exploración espacial, incluido el empleo de sistemas nacionales de navegación y la ejecución del proyecto de la Estación Científica Lunar Internacional.
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