En un informe que reproducen medios de prensa locales, la agencia de calificación crediticia internacional consideró que en 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación indochina se expandirá 7,9 por ciento, una de las estimaciones más altas para un país de cualquier latitud.
Su cálculo se funda en una fuerte reanimación de la demanda interna y en el aumento de las exportaciones y del flujo de inversiones extranjeras directas, que en 2021 tuvieron un buen comportamiento pese a la pandemia de Covid-19.
Otros elementos auspiciosos citados por Fitch son la aceleración de la campaña de vacunación contra la enfermedad (las tres cuartas partes de la población ya con dos dosis), los paquetes de ayuda de respaldo a las empresas en apuros y una adecuada política fiscal.
Según varios entes internacionales (el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y los bancos británicos Standard Chartered y HSBC, entre otros), el PIB vietnamita crecerá año del 5,5 al 6,7 por ciento en virtud de una respuesta flexible a la pandemia y a un mejor escenario global.
Pero en todos los casos los cálculos estuvieron subordinados a la evolución de la situación epidemiológica tanto dentro como fuera del país.
En la década anterior a la irrupción de la Covid-19 la economía de Vietnam crecía a un ritmo superior al seis por ciento, pero en 2020 solo lo hizo al 2,91 por ciento y en 2021 al 2,58 por ciento.
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