En su cuenta oficial de Twitter, el canciller remarcó que “la aplicación de esta práctica inhumana refleja la reprochable trayectoria de la nación norteña en materia de derechos humanos”.
En 2015 había en las cárceles norteamericanas alrededor de tres mil infantes y adolescentes condenados a cadena perpetua sin posibilidad de lograr la libertad condicional, en tanto otros 10 mil menores permanecían confinados en prisiones para adultos, de acuerdo con reportes de prensa.
«Niños de 13 años han sido juzgados como adultos y sentenciados a morir en la cárcel sin que haya habido consideración hacia sus edades o la circunstancia del delito que cometieron», puntualiza el diario español El Mundo.
Según la Fundación Children´s Defense, en 2019 cerca de 700 mil pequeños fueron arrestados y tres mil 371 asesinados con armas de fuego en el territorio que se autoproclama como referente en la defensa de los derechos humanos.
El informe El Estado de los Niños de América precisa que un menor o adolescente fue aprehendido cada 45 segundos en Estados Unidos.
“Muchos niños, particularmente en situación de pobreza; con discapacidades; con problemas de salud mental y abuso de sustancias; sujetos a negligencia y violencia; son expulsados de sus escuelas y hogares hacia los sistemas de justicia juvenil o de justicia penal para adultos”, asegura el reporte.
Además, el texto subraya que los aproximadamente 44 mil infantes encarcelados en esa nación viven con miedo a la Covid-19 y se enfrentan al confinamiento solitario como una forma de distanciamiento social.
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