El director del Centro, Antonio Aja, destacó en el espacio de la Mesa Redonda la significación histórica de los análisis demográficos para entender los comportamientos y características de la población.
De hecho, reiteró que Cuba es el único país de América Latina con un programa gubernamental para la atención de las dinámicas demográficas.
«La isla tiene la tremenda ventaja de su sistema social y una política de población que está en pleno proceso de reajuste, que se complementa con formas de gobiernos con macroprogramas que tienen que ver con la formación cultural y educativa», puntualizó.
Por su parte, el vicepresidente de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, Juan Carlos Alfonso, explicó que los estudios de este tipo han sido claves en el diseño de políticas económicas como la Agenda de Desarrollo 2030.
Precisamente esa es la importancia de la demografía, nos permite conocer las particularidades del recurso más importante de Cuba: su gente, enfatizó.
El epidemiológo Pedro Mas enfatizó que en el caso de la Covid-19, el Centro adscrito a la Universidad de La Habana ofreció información para la proyección de la nación ante la pandemia y se pudieron hacer análisis conjuntos sobre la situación que enfrentaba el país.
La subdirectora de la institución, Matilde de la Caridad, enfatizó la responsabilidad social y el impacto de las investigaciones desde 1972, así como su aporte en educación, salud, deporte, entre otros sectores.
Comentó que hay grandes programas nacionales de ciencias sociales sobre dinámina demográfica en los cuales se llegan a resultados de variables como envejecimiento, fecundidad y migración.
«Una prioridad es fomentar el desarrollo local en las provincias y municipios, propusimos la creación del Observatorio Demográfico en 2020, un instrumento para contactar con los territorios y analizar la población como objeto y sujeto de desarrollo», refirió.
La experta destacó que se trata de un centro multidisciplinario con 22 profesores que trabajan y colaboran con redes científicas.
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