Apenas unos días después de lanzada, la iniciativa corre como la pólvora y cobra fuerza la posibilidad de que manifestantes intenten bloquear accesos a París y otras ciudades, aunque con características diferentes a las de las movilizaciones en Canadá, lideradas por camioneros.
Interrogado sobre el tema en el canal BFM TV, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, confirmó que el gobierno sigue atentamente la situación, y adelantó que la respuesta del Estado será “extremadamente firme” si la circulación del tráfico y de las personas es perturbada.
Por el momento, no tenemos información sobre movilizaciones de proporciones significativas, pero estamos alertas, aseguró.
Una página creada en Facebook titulada “el convoy de la libertad” suma seguidores por minuto y ya supera los 280 mil inscritos, por lo que parece presente el potencial para una protesta importante, aunque no puede predecirse si el interés mostrado en las redes sociales se traducirá en acciones concretas.
Exintegrantes del movimiento de los Chalecos Amarillos, críticos de las vacunas y ciudadanos de los más diversos sectores expresan su apoyo a la convocatoria, que de llamar al rechazo a medidas sanitarias ha pasado a exigir la justicia social por algunos de sus promotores.
Desde hace una decena de días, camioneros canadienses bloquean la capital Ottawa, en una protesta que inició por la decisión de exigirles un esquema completo de vacunación contra la Covid-19 para cruzar la frontera con Estados Unidos.
Sin embargo, en Francia expertos comentaron que no es de esperar una movilización de camioneros, ya que los vehículos de carga pertenecen en la mayoría de los casos a compañías, pero no descartaron que otras personas protagonicen acciones inspiradas en lo que ocurre en el país norteño, donde el gobierno está bajo una enorme presión.
También recordaron las duras sanciones para quienes bloqueen el tráfico, lo cual puede conducir a la pérdida de la licencia.
Hasta ahora las manifestaciones en suelo galo contra medidas para frenar la Covid-19 tuvo su mayor expresión a finales del año pasado.
En ese entonces, miles de franceses rechazaron sábado tras sábado el pase de vacunación, aunque lejos de llevar a las calles a tanta gente como durante el movimiento de los Chalecos Amarillos en 2018 y 2019.
acl/wmr