El Comité de Constitución, Ley y Justicia del legislativo sancionó ayer el plan, que regresó al hemiciclo para su segunda y tercera lectura antes de convertirse en ley.
La propuesta fue sancionada en noviembre último por el Comité Ministerial de Legislación, integrado por miembros del gabinete, lo cual en la práctica significa que tiene el respaldo del Ejecutivo encabezado por el ultraderechista Naftali Bennett.
De ser aprobada en el pleno, la iniciativa no se aplicaría de forma retroactiva, por lo cual no afecta los planes del opositor Benjamín Netanyahu, quien se mantuvo 15 años en el poder, 12 de ellos de forma ininterrumpida.
Presentada por el titular de Justicia, Gideon Saar, la propuesta es criticada por el partido ultranacionalista Likud, que dirige Netanyahu.
La propuesta no está vinculada a otra defendida también por Saar que impediría a personas sujetas a procesos penales aspirar al cargo de jefe de gabinete, lo cual sí afecta a Netanyahu, acusado de abuso de poder, fraude y corrupción en tres casos separados.
Aunque Saar en reiteradas ocasiones rechazó que este último proyecto tenga como objetivo al dirigente del Likud, lo cierto es que es el único al que se ajusta la medida.
El proyecto prevé que cualquier miembro de la Knesset acusado de un delito que incluya una sentencia mínima de tres años tendrá prohibido encabezar un Gobierno.
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