En los cuatro meses anteriores a esa fecha fueron contabilizados 823 civiles heridos o muertos en la guerra y en los cuatro siguientes la cifra aumentó a mil 535, precisó el NRC, que cita datos del Civilian Impact Monitoring Project.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU rechazó la renovación del mandato del Grupo de Expertos Eminentes sobre Yemen en octubre último.
Hace unos días, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció que al menos 17 menores murieron en Yemen en enero, casi el doble de lo contabilizado el mes anterior.
Los niños siguen siendo los primeros y los que más sufren, casi siete años después en uno de los conflictos armados más brutales de la historia reciente, advirtió Unicef en un comunicado
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida su capital, Saná.
Al año siguiente una coalición árabe, encabeza por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del presidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo consideró en noviembre que Yemen atraviesa “la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo” y en ese sentido proyectó que para finales de 2021 la guerra habrá matado a 337 mil personas de forma directa o indirecta.
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