Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, consideró un acto de irresponsabilidad la respuesta de Washington a una queja sobre el tema, presentada por Beijing en diciembre pasado ante la Organización de Naciones Unidas.
En ese documento China precisó que dos encuentros cercanos ocurrieron el 1 de julio y el 21 de octubre de 2021, entre dichos aparatos y la estación espacial del país.
Pero según una nota oficial Estados Unidos, nunca recibieron ningún aviso sobre irregularidades con los satélites ni tampoco tiene registros acerca de sus riesgos de colisión con otros artefactos.
Zhao puntualizó que los astronautas chinos sí se vieron obligados a proceder con acciones evasivas para evitar colisiones con los satélites de Starlink Internet Services (subsidiaria de la compañía Space) y cuestionó las verdaderas intenciones detrás de las maniobras de los equipos norteamericanos.
“China intentó varias veces contactar con Estados Unidos por correo electrónico, pero no recibió respuesta”, acotó, al señalar la falta de responsabilidad de la Casa Blanca como una potencia.
Cuando circuló aquí la noticia sobre los incidentes en el cosmos, usuarios de las redes sociales lanzaron fuertes críticas a Musk y analistas locales lo interpretaron como un intento por probar la capacidad de respuesta del gigante asiático en el espacio.
SpaceX tiene en órbita casi mil 900 satélites para dar servicio a su red de banda ancha Starlink y planea más lanzar más.
Mientras, China prevé poner en operaciones su estación espacial en 2022, con una vida útil diseñada para 10 años.
Sin embargo, los expertos creen que podrá durar más de 15 años con mantenimiento y reparaciones adecuadas.
mgt/ymr