Egipto sigue con preocupación los enfrentamientos en ese territorio, expresó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ahmed Hafez.
Denunció los planes de Tel Aviv para cambiar la demografía en esa localidad y en Jerusalén Este en sentido general.
Hafez resaltó que esa estrategia es una flagrante violación del derecho internacional, ante lo cual instó a Naciones Unidas y el resto del mundo a proteger al pueblo palestino.
También pidió el fin de las continuas demoliciones de casas y confiscaciones de tierras en Cisjordania y Jerusalén Este.
Tales actos unilaterales socavan la posibilidad de alcanzar una solución de dos Estados y la paz en la región, apuntó.
La tensión en Sheikh Jarrah escaló el fin de semana tras la decisión del legislador ultraderechista Itamar Ben Givr de instalar su oficina allí, lo cual provocó airadas protestas de los palestinos.
Sheikh Jarrah ganó notoriedad internacional por las masivas manifestaciones del pasado año, cuando los tribunales israelíes reanudaron las órdenes de confiscación de viviendas de cuatro familias que residen allí desde hace generaciones.
La batalla legal y política en torno al caso devino símbolo sobre el futuro de esa parte de la ciudad, que los palestinos reclaman como la capital de su futuro Estado, una postura apoyada por la mayoría de los países.
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