Es domingo y mientras el sacerdote oficia su misa por los alrededores del lugar peregrinan cientos de personas que le piden a la gran patrona de esta tierra austral.
A 70 kilómetros de la capital, en la provincia de Buenos Aires, se erige este santuario, por donde cada día desfilan cientos de almas para pedir a la virgencita salud, por la familia, por un buen trabajo y un techo, por la Argentina
toda.
Muchas son las historias de la Basílica, erigida ya hace 111 años, cuando el padre Jorge María Salvaire elevó una solicitud al arzobispo de Buenos Aires para emprender la obra.
Los encargados de construir esta belleza arquitectónica fueron el francés Uldéric Courtois junto con otros destacados ingenieros.
Llegar al lugar impresiona. La vista desde la gran plaza Belgrano deja una instantánea distintiva: pequeños vendedores de artículos religiosos conviven con las familias que comparten el domingo. En el fondo el majestuoso santuario.
“La verdad es que esta Basílica nuestra no tiene nada que envidiar a las grandes asentadas en Europa, comenta a esta redactora una lugareña, quien ha recorrido medio mundo, pero -dice- no hay como otra”.
Y es que con su estilo neogótico cautiva e impacta. Al entrar a la izquierda una réplica pequeña de Nuestra Señora de Luján da la bienvenida a los devotos que van de cerca a pedirle a la Patrona.
De lejos se avista el imponente altar con la efigie de Nuestra Señora de Luján. Impresionan los vitrales traídos desde Burdeos, las estatuas de mármol de Carrara o el imponente órgano Cavaillé-Coll, llegado desde París.
En la entrada y también en el fondo del altar, miles de personas dejan plasmadas en libros sus peticiones a la virgen: niños, jóvenes, adultos. “Señora, le pido mucha salud para los míos”, se lee en uno de los varios escritos.
Desde 1905 las 13 campanas traídas de Milán repican cada día desde las torres de la Basílica, que, con sus 106 metros de altura y una gran cruz en cada lado, hacen de ese espacio un lugar único en esta tierra austral.
La Basílica también cuenta con un Museo Histórico que guarda los tesoros de la virgen, ubicado en la cripta, donde hay un espacio con réplicas de la Virgen María en el mundo. Allí están la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, o la Virgen de Chiquinquirá, de Colombia, entre muchas otras.
jha/may