El periódico The Times of Israel destacó la “feroz oposición de los dirigentes cristianos” a la medida, en medio de fuertes tensiones con los palestinos debido a la continua colonización judía de la zona, que la comunidad internacional considera ocupada por Tel Aviv desde 1967.
El Plan 101-674788 ampliaría los límites del Parque Nacional de los Muros de Jerusalén para incluir una gran sección del Monte de los Olivos junto con partes adicionales de los valles de Kidron y Ben Hinnom.
La iniciativa será presentada ante el Comité Local de Planificación y Construcción del municipio de Jerusalén para su aprobación preliminar el 2 de marzo próximo.
El rotativo resaltó que el proyecto avanza en medio de fuertes tensiones entre el gobierno israelí y las diversas iglesias cristianas.
Los opositores a la iniciativa también destacan los vínculos del organismo estatal que promueve el plan con los grupos nacionalistas que intentan ampliar la presencia judía en Jerusalén Este, incluido el barrio palestino de Sheikh Jarrah, subrayó la publicación.
Al respecto, señaló que los grupos de derechos humanos creen que la expansión planificada del parque es parte de una estrategia más amplia para rodear la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La pasada semana el patriarca ortodoxo griego de Jerusalén Teófilo III; el custodio de la Iglesia Católica de Tierra Santa, Francesco Patton, y el patriarca armenio de Jerusalén, Nurhan Manoogian, instaron al Gobierno a actuar.
“Si bien el plan es presentado oficialmente por la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, fue planteado y promovido por entidades cuyo único propósito aparente es confiscar y nacionalizar uno de los lugares más sagrados para la cristiandad y alterar su naturaleza”, escribieron los religiosos en una carta al Ejecutivo.
Bajo el pretexto de proteger los espacios verdes, esa propuesta parece servir a una agenda ideológica que niega el estatus y los derechos de los cristianos en Jerusalén, advirtieron.
Los dirigentes religiosos también enviaron la carta a los cónsules generales en Jerusalén de Francia, Turquía, Italia, Grecia, España, el Reino Unido, Bélgica y Suecia, en un intento por obtener apoyo internacional.
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