En comparecencia en la televisión local, la titular afirmó que el Ejecutivo no está inmóvil ante el incremento de precios, cuyas causas fundamentales, según enunció, son la crisis económica internacional derivada de la Covid-19 y agudizada por el bloqueo de Estados Unidos, y el impacto del ordenamiento monetario en la isla.
A esto se suma una desestabilización en el mercado cambiario nacional, que igualmente tiene impacto en los costos, agregó.
Bolaños detalló que a nivel internacional existe un aumento de la demanda y un déficit de oferta que, de conjunto con los problemas en las cadenas de suministros, propiciaron la escalada de los precios de las materias primas y productos de importación, como ocurre con diferentes renglones alimenticios.
Entre estos se encuentran el aceite, el frijol, el arroz y otros que forman parte de la canasta básica normada que recibe mensualmente la población, pero también los combustibles necesarios para las industrias, la agricultura y el transporte, lo cual afecta a todos los actores de la economía.
Recordó que a pesar de esa realidad en la nación caribeña se han mantenido las tarifas de servicios sensibles como la electricidad, el agua, el gas licuado, las comunicaciones y el transporte público, los cuales reciben actualmente un fuerte subsidio del presupuesto del Estado.
Son medidas de contención para que la capacidad de compra de los cubanos no se deteriore más, apuntó la ministra, pero significó el impacto que ello tiene en el aumento del déficit fiscal del país.
Solo en electricidad el presupuesto estatal compensa el costo real del servicio con unos 21 mil 500 millones de pesos (más de 895 millones de dólares), mientras la canasta familiar normada demanda alrededor de ocho mil millones de pesos (333 mil dólares).
La titular de Finanzas reconoció que la subida de los precios está en el centro de los debates de la ciudadanía, por su impacto en la vida de los cubanos y las posibilidades de adquirir determinados bienes y servicios, por lo que constituye un tema prioritario para el Gobierno.
Las alternativas y soluciones, sin embargo, se estudian con detenimiento, para evitar medidas que lejos de ayudar perjudiquen, añadió.
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