«Estoy enviando 52 reformas legales al Congreso, para eliminar burocracia, reducir la burocracia, crear incentivos fiscales, ciudadanía a cambio de inversiones, nuevas leyes de valores, contratos de estabilidad», tuiteó Bukele.
Según el mandatario, los cambios facilitarán los trámites de inscripción de nuevas empresas y atraerán más inversiones tanto nacionales como extranjeras, con la consiguiente generación de empleos.
«El plan es simple: mientras el mundo cae en la tiranía, crearemos un refugio para la libertad», aseguró el jefe de Estado, quien aspira a proyectar a El Salvador como una alternativa ante la creciente inestabilidad global.
El Banco Central de Reserva informó recién que las exportaciones de esta nación centroamericana crecieron un 13 por ciento en enero pasado, cifra sin precedentes desde el retorno de la democracia al país, en 1992.
Bukele agregó que el Producto Interno Bruto de El Salvador creció 10,3 por ciento en 2021, y sugirió la posibilidad de que el país registre otro crecimiento económico de dos dígitos este año.
En la Asamblea, controlada por el gobernante partido Nuevas Ideas, la oposición parlamentaria es numericamente irrelevante, y toda propuesta del Ejecutivo suele ser aprobada de manera expedita.
A inicios de mes Bukele anunció que su administración prepara un paquete de «10 impulsos económicos», de los cuales ya anunció una inversión de mil 510 millones de dólares para obras públicas y el impulso al turismo.
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