En una sesión informativa para agregados militares en el país, el general de división belaruso aclaró que el tema “es un asunto interno” y la decisión sobre cuándo se realizará el repliegue de las unidades la determinarán las jefaturas de ambos países.
Según Gulévich, el momento del regreso de las tropas rusas “dependerá, en gran medida, de nuestros colegas occidentales” y aclaró que las fuerzas y los medios desplegados en el este de Europa, incluso cerca de la frontera estatal de Belarús, son uno de los factores que influyen en el desarrollo de la situación.
“En relación con el aumento de la actividad militar cerca de las fronteras exteriores del Estado de la Unión y el agravamiento de la situación en Donbass, los presidentes de Belarús y Rusia decidieron continuar los ejercicios de las fuerzas de respuesta del Estado de la Unión”, apuntó.
Las maniobras conjuntas Resolución Aliada 2022 estaban programadas para realizarse en el territorio belaruso del 10 al 20 de febrero, como parte de una prueba de las fuerzas de reacción del Estado de la Unión (Rusia y Belarús).
El jefe militar subrayó que para Minsk la política de expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es agresiva e irrazonable y aumenta la probabilidad de que ocurra un conflicto armado.
En tal sentido, enfatizó que Belarús tiene derecho a exigir la retirada de las agrupaciones de tropas estadounidenses y de otros países miembros de la OTAN de sus fronteras, así como a garantizar el control del repliegue mediante medidas de verificación. Afirmó que la escalada de tensión existente exigió la implementación de un conjunto de medidas “para contener esas manifestaciones agresivas y la amenaza del uso de la fuerza contra Belarús y el Estado de la Unión en su conjunto”.
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