Liu Huanxin, director de la Administración Nacional de Revitalización Rural, explicó en conferencia de prensa que a través de un mecanismo dan seguimiento y apoyan a individuos en peligro de regresar a la miseria, y hasta ahora 70 por ciento de los monitoreados están libres de riesgos.
El Gobierno distribuyó subsidios por 156 mil 100 millones de yuanes (24 mil 660 millones de dólares) para el desarrollo industrial en el campo y 31,45 millones de personas encontraron trabajo en 2021, o sea, 1,26 millones más que en 2020.
Igualmente, planea poner en marcha otros proyectos que permitan aumentar los ingresos de quienes dejaron atrás la pauperización y ampliar las posibilidades de empleo en sectores como el industrial, la infraestructura y los servicios públicos en las comunidades donde fueron reubicados.
En febrero de 2021 el presidente Xi Jinping declaró el fin de la pobreza extrema en China, pero pidió esfuerzos redoblados desde el Partido Comunista para solucionar problemas que enfrentan los campesinos en la agricultura y evitar la recaída en esa condición.
El país en ocho años mejoró las condiciones de vida de 98,99 millones de individuos y de los 832 condados rurales más desfavorecidos del país.
Según recordó Xi, esos poblados experimentaron profundas transformaciones en su situación general, pues la campaña implicó la reubicación en vecindarios con viviendas más confortables, instalaciones de servicios públicos, mejor infraestructura vial, transporte, y oportunidades de educación y empleos.
Con la erradicación del flagelo, China cumplió con esa meta de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas una década antes de lo programado.
La campaña formó parte de un ambicioso plan que debe concluir con la construcción de una sociedad modestamente próspera, y por tanto todos los ciudadanos deben vivir de forma digna.
mem/ymr