Un informe de Naciones Unidas concluyó que existen riesgos de incendios forestales devastadores en todo el mundo en las próximas décadas a medida que el cambio climático se intensifica.
La pesquisa está basada en la serie de siniestros mortales que se produjeron en los últimos años en todo el mundo, y que han calcinado el Oeste americano, vastas zonas de Australia e incluso el Ártico.
«El calentamiento del planeta está convirtiendo los paisajes en polvorines», aseguró el informe, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Elaborado por más de 50 investigadores, el documento consideró que el riesgo mundial de fuegos altamente devastadores podría aumentar hasta en un 57 por ciento para finales de siglo, principalmente a causa del cambio climático.
En una valoración sobre el fenómeno, el diario The New York Times señalo que el documento es una cruda advertencia sobre el incremento del calor y la sequedad que está provocando el calentamiento global causado por el hombre.
El documento destacó que en algunas regiones con un largo historial de incendios de matorrales, como el este de Australia y el oeste de Estados Unidos y Canadá, éstos se volvieron más intensos en la última década y están arrasando zonas más amplias.
Por otra parte, los investigadores dijeron que la ola de calor extrema que sufrió el noroeste del Pacífico el año pasado no se produjo, casi con toda seguridad, sin el calentamiento del planeta provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los expertos señalaron que en un escenario moderado de calentamiento global, la probabilidad de fuegos extremos y catastróficos podría aumentar hasta un tercio en 2050 y hasta un 52 por ciento en 2100.
Si no se frenan las emisiones y el planeta se calienta más, el riesgo de incendios forestales podría aumentar hasta un 57 por ciento a finales de siglo, indicó el documento del Pnuma.
El informe de la ONU insta a los gobiernos a ser más proactivos ante los riesgos de siniestros e invertir más en reducir los riesgos.
Por ejemplo, de cada dólar que se gasta en Estados Unidos en la gestión de los incendios forestales, casi 60 centavos se destinan a las respuestas inmediatas de los bomberos, según la investigación citada en el informe.
Se gasta mucho menos en reducir los riesgos de incendio por adelantado y en ayudar a las comunidades a recuperarse de forma que puedan ser más resistentes, apuntó el documento.
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