En un comunicado, esa fuerza política expresó su solidaridad con los pueblos de Donetsk y Lugansk, y recalcó que «esta política imperialista es una expansión, la cual se puede verificar en el Atlántico sur con el caso de Islas Malvinas (territorio usurpado por el Reino Unido a Argentina), que ha puesto en riesgo la paz mundial y el futuro de la humanidad».
«El reconocimiento por parte de Rusia de la soberanía de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, está siendo utilizado como excusa por Estados Unidos y la OTAN para justificar las provocaciones, apoyando y organizando a la ultraderecha filonazi en Ucrania, donde además se encuentra prohibido el Partido Comunista», alertó esa organización.
En el texto, el PCA manifestó que el Gobierno de Ucrania ha llevado a ese país a ser uno de los más pobres de Europa y ha silenciado, con la complicidad de Estados Unidos y Europa, las agresiones sufridas por las poblaciones de Donetsk y Lugansk en los últimos años.
Estados Unidos, como cabeza de un sistema capitalista en crisis, busca sostener su cuestionada hegemonía, su mellado modelo unipolar, con provocaciones, desestabilizaciones e intervenciones militares como lo ha hecho constantemente a lo
largo del siglo XX y de este siglo XXI, remarcó el comunicado.
En otra parte del documento, el partido argentino señaló que a esta estrategia no es ajena la manipulación llevada adelante a través de los medios de comunicación y la falsificación de la historia que ha llevado a esta situación.
América Latina y el Caribe pueden dar sobrados ejemplos de estas políticas injerencistas llevadas adelante por Estados Unidos y sus aliados a través, por ejemplo, de sanciones unilaterales, acciones desestabilizadoras y la ocupación de las Malvinas por parte de Reino Unido, precisó el PCA.
La organización cuestionó la posición del Gobierno argentino, llamando a Rusia a «cesar las acciones militares en Ucrania», al considerar que «no es más que un peligroso y creciente alineamiento con las políticas de Estados Unidos y los organismos internacionales que ese país controla, como sucede en las negociaciones y condicionamientos impuestos por el Fondo Monetario Internacional».
Defendamos los derechos de los pueblos a vivir en paz. Rechacemos la política militarista e intervencionista de Estados Unidos y la OTAN. Solidaridad con los pueblos de Donetsk y Lugansk, concluyó el comunicado.
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