Pese a que el Kremlin asegura que el despliegue solo busca garantizar la integridad de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Europa y Occidente arremetieron contra el gigante euroasiático con sanciones que, según sus voceros, buscan la asfixia económica.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques no están dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica, pero varias naciones europeas decidieron evacuar sus sedes diplomáticas en Kiev.
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