Tal situación obligó a los habitantes a refugiarse en los techos de sus casas y forzó a decenas de miles a huir de sus hogares.
Las autoridades de los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur emitieron alertas por inundaciones para decenas de áreas en esos territorios, que sufrieron precipitaciones de hasta mil milímetros en algunas partes en una semana.
Muchos ríos se desbordaron de su cauce o sus diques, e inundaron pueblos y obligaron a los residentes en esos lugares a huir a zonas más altas. En total, más de 150 mil personas están involucradas en las órdenes de evacuación.
Hasta el momento, nueve personas murieron y más de un millar resultaron rescatadas. Las autoridades advirtieron que el saldo de víctimas podría ser mayor.
Australia sufre los extremos del cambio climático, con sequías, incendios forestales, blanqueamiento del Gran Arrecife de Coral e inundaciones cada vez más frecuentes.
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