Aunque el 20 de febrero pasado lo hicieron en varias localidades, entre ellas la capital y Mendoza, el ciclo lectivo arrancará finalmente en todo el país con presencialidad plena y muy diferente a un año atrás, cuando aún muchos alumnos no habían podido vacunarse contra la Covid-19.
Acompañado por varios funcionarios de su Gabinete, Fernández dejará abierto totalmente este nuevo ciclo, con un Protocolo Aula Cuidada y Segura para el Manejo y Control de la pandemia de Covid-19, que el Ejecutivo presentó el pasado 10 de febrero y regirá en establecimientos educativos en los niveles inicial, primario y secundario.
En esta ocasión, el mandatario estará en la Escuela Normal Primaria Doctor Pedro Ignacio de Castro Barros, junto al gobernador Ricardo Quintela, para dar inicio a esta arrancada de las clases, que se extenderán hasta diciembre, con las tradicionales vacaciones de invierno a finales de julio por medio.
Las nuevas medidas sanitarias de este año hacen hincapié en el uso correcto del tapabocas, el fortalecimiento de la aplicación de vacunas antiCovid-19 y las del Calendario Nacional, elimina el sistema de burbujas (que abarcaba menos cantidad de estudiantes en el aula) y establece que la confirmación de casos positivos no implica la interrupción de las clases.
En esta ocasión, el ojo de este curso estará puesto en la revinculación de los estudiantes que se alejaron de la escuela durante la pandemia, en total unos 500 mil.
Al ahondar sobre el tema de la educación en la apertura del 140 período de sesiones ordinarias del Congreso la víspera, Fernández citó que en 2021 se otorgaron más de un millón de becas Progresar y enfatizó que el futuro es con la educación en el centro de las prioridades. «Cada peso invertido en educación es un peso invertido en el futuro de Argentina», dijo.
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